Mirando el óleo de Pilar la cabeza se me escapa a mi infancia.En el pueblo sólo había un árbol que a me me parecía raro.
Se cogían membrillos para hacer dulce y también se metían en los armarios para que dieran buen olor;pero lo que mejor recuerdo era que cuando ellos llegaban se iba el verano y en esos dias yo gustaba de ponerme al sol largos ratos...y verano tras verano siempre escuchaba la misma retahila:.."Quítate de ahí,que el sol del membrillo es muy traicionero y cogerás catarro",cuántos recuerdos me evocan los membrillos.
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